metidas en una lámpara
de la que no sale nunca ningún genio
- ningún excedente cíclico -
aunque la froten o aunque la rompan
en la otra punta del jardín se puede bajar a ver la
espuma
de los que viven
de los que visten y bautizan galerías enteras
con nombres de cuevas
en eso estamos cuando nos vienen la risa convulsa y el
aturdimiento
mostramos en las caras el escándalo que nos produce
la deformidad del suelo contra la piel
alguien soporta nuestro lenguaje
y hace más marcas en las paredes;
del aceite que sobra se pueden usar las partes
menos infectadas
la lámpara
(como toda lámpara)
cae
ellas se frotan:
se rompen