manos de almíbar de primitivas costumbres de pueblo de uñas pintadas
manos de azúcar de
hombre y mujer
de espacios mudos y
vacíos
rozan el filo de
una puerta balcón;
muecas de hielo
bajan por un trampolín de cera
las escuchan batirse
y madrugarse en botas de lluvia;
reparten caras sorpresa
en modo sepia
manos de arena
blanca desnuda
aparecidas en un
mar de otras manos
que
nunca tuercen ropa mojada
que
nunca del todo bien paridas
que
nunca libres
que
nunca absueltas
que
nunca mías
fiesta de máscaras estallada
en cámaras de fotos
viste cejas de
aldea y jergas extranjeras
rara huésped de
perversiones lavanda fuerte
lleva siempre guantes
prestados
de manos ya usadas
imagen: Ignacio Jaramillo Villar