noviembre 19, 2017

HOY YA NO QUEDA PATIO



CORAZÓN DE NÍSPERO

Recuerdo en la siesta

trepar la planta de nísperos

y ser el buscador del más dulce oro,

testigo que había un sol,

redondito y pequeño,

con el que hacíamos la guerra,

la ofrenda a Dios,

la corona de la reina.

 

Éramos con otros niños

como alondras,

habitando aquellas ramas,

aquel jolgorio.

 

Hoy ya no queda patio,

ni el abuelo podando

escalones y nidos,

tampoco el resplandor de la tarde.

 

Prisionero de tantas ausencias

lo fui extraviando todo.

 

Sólo guardo

mi corazón amarillo

                     que me salva.

 

 

AMO A UN HOMBRE PEZ

Amo a un hombre pez,

un hombre marino,

acuático como las algas, como la sal.

 

Habita en las profundidades oscuras de todos los naufragios,

a veces llora

terriblemente solo allá abajo,

en otras baila en salones transparentes, torrentosos.

 

Yo amo a ese hombre pez

de cuerpo brillante/filoso,

de un mirar constante/horizontal.

Un hombre que me cuenta eternas leyendas,

que me canta con su voz de espuma

y me abraza como puede.

 

Yo amo a un hombre pez

y soy hombre terrestre.

 

Me condena la asfixia.

Lo condena mi aire, mi mundo de pájaros,

mi universo de redes, de anzuelos.

 

Me mira desde la superficie apenas sumergido,

lo miro desde mi oxígeno

al límite extremo del ahogo

y nos besamos apenas un instante,

ínfima eternidad habitando en la apnea.

 

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Gustavo Tisocco
 (Corrientes, 1969). Creador y director del Sitio «Mis poetas contemporáneos», en el que difunde a otrxs poetas desde 2006 y por el cual recibió el Premio Puma de Plata, otorgado por La Fundación Argentina Para la Poesía. Algunos de sus poemas han sido traducidos al italiano, portugués, catalán, inglés y francés. Entre sus libros publicados se cuentan Sutil, Entre soles y sombrasPaisaje de adentroPintapoemasCicatrizRostro ajenoDesde todos los costadosTerrestreHectáreas.