marzo 29, 2017

Raúl!






Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.
(…)Sus tambores acunan nuestras noches y la lectura tranquila corre a su lado por los canales del sueño.
Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban.
No habían despertado todavía al amor.
No sabían nada de nosotros, de nuestro secreto.
(…) Ya es seguro que ningún desvío nos separará.
Ni en nuestra carne ni en nuestro espíritu.
Nunca pasaremos la línea del otoño.
(…) Sin embargo, yo quería hablar de la lluvia, igual pero distinta, ya al caer sobre los jardines, ya al deslizarse por los muros, ya al reflejar sobre el asfalto las súbitas, las fugitivas luces rojas de los automóviles, ya al inundar los barrios de nuestra solidaridad y de nuestra esperanza, los humildes barrios de los trabajadores.
La lluvia es bella y triste y acaso nuestro amor sea bello y triste, y acaso esa tristeza sea una manera sutil de alegría.


Raúl González Tuñón

(Bs. As., 29 de marzo de 1905 – 14 de agosto de 1974)