Empiezo a desear un lenguaje parco como el que usan
los amantes, palabras rotas, palabras quebradas, como el roce de las pisadas en
la acera, palabras de una sola sílaba como las que usan los niños cuando entran
en un cuarto donde su madre está cosiendo y cogen del suelo una hebra de lana
blanca, una pluma, o un retal de chintz. Necesito un aullido, un grito.
Virginia Woolf
[25/01/1882 – 28/03/1841]