grueso
viene el sabor arrugado de las pasas de uva
y abarca todo el amargo de las moscas en las lámparas
aún en las cartas más íntimas
maneja un léxico espeso del que nunca llego a prescindir por
completo
todos los días son bestias de laberinto
plantas salvajes que rotan en ángulos convexos
pienso el alto de los árboles como pienso
los brazos que hacen falta para envolverles los pies
desnudos
como pienso
los ruidos y los dibujos de girasoles en los manteles
las partes virtuosas
de su peluca nueva
se abren los signos cuando dejan de hacer falta las
preguntas
y en cada esquina cae un gigante
sobre su propia espada
todos los días son la piedra de David
todos los días
busco la cárcel de donde debo aprender a escaparme
o transmutar